Después del COVID-19 puede aumentar el riesgo de diabetes tipo 1 en niños y adolescentes
Lo advirtieron dos estudios realizados por investigadores de Noruega y los Estados Unidos. Cuáles son los síntomas que padres, cuidadores y médicos deben tener en cuenta
Fuente: Infobae
La insulina es la hormona que ayuda a que la glucosa penetre en las células para suministrarles energía al cuerpo humano. Cuando se desarrolla la diabetes tipo 1, el páncreas no produce insulina. Y sin la insulina, hay un exceso de glucosa que permanece en la sangre, que puede provocar alteraciones en el corazón, los riñones y los ojos, entre otros.
Dos estudios realizados por separado en Noruega y en Estados Unidos encontraron que la infección por el coronavirus puede aumentar el riesgo de tener diabetes tipo 1 en los niños y en los adultos jóvenes.
El estudio noruego incluyó a 1,2 millón de niños. Abarcó los dos primeros años de la pandemia y encontró que el 0,13% de los niños y adolescentes que contrajeron COVID-19 fueron diagnosticados con diabetes tipo 1 al mes o más después de la infección en comparación con el 0,08% de niños que no la contrajeron. Eso significa un aumento relativo del riesgo del 63%. El trabajo fue presentado durante la Reunión Anual de la Asociación Europea para el Estudio de la Diabetes en Estocolmo.
El estudio utilizó los registros nacionales de salud para examinar los diagnósticos de diabetes tipo 1 de nuevos casos de diabetes en jóvenes menores de 18 años en Noruega durante 2 años, con inicio el 1 de Marzo de 2020, comparando aquellos que contrajeron COVID-19 con aquellos que no. Durante el período de estudio de 2 años, un total de 424,354 niños dieron positivo para la infección por SARS-CoV-2 y se diagnosticaron 990 casos nuevos de diabetes tipo 1 entre los 1,2 millones de niños y adolescentes incluidos en el estudio.
“Nuestro estudio a nivel nacional sugiere una posible asociación entre COVID-19 y la diabetes tipo 1 de nueva aparición”, dijo la doctora Hanne Loydal Gulseth, autora principal y directora de investigación del Instituto Noruego de Salud Pública. “Sin embargo, el riesgo absoluto de desarrollar diabetes tipo 1, que se incrementó del 0,08% al 0,13%, sigue siendo bajo. La gran mayoría de chicos jóvenes que contraen COVID 19 no desarrollaran diabetes tipo 1. Pero es importante que los médicos y padres sean conscientes de los signos y síntomas de la diabetes tipo 1: sed constante, orina frecuente, fatiga extrema y la pérdida de peso inesperada son síntomas reveladores”.
Varios informes de casos recientes han sugerido el vínculo entre la diabetes tipo 1 de nueva aparición y la infección por el coronavirus en adultos. Pero la evidencia es más limitada en los niños. Un informe de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) había identificado que los niños estadounidenses tenían 2.5 veces más probabilidades de ser diagnosticados con diabetes después de una infección por el coronavirus, pero agrupó todos los tipos de diabetes y no tuvo en cuenta otras afecciones de salud, medicamentos que pueden aumentar los niveles de azúcar en la sangre, raza o etnia, obesidad y otros determinantes sociales de la salud que podrían influir en el riesgo de un niño de adquirir el COVID-19 o diabetes.
Los investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad Case Western Reserve, en los Estados Unidos llevaron a cabo un estudio específico sobre la potencial asociación entre COVID-19 y diabetes en las infancias. Analizaron las historias clínicas electrónicas de más de un millón de pacientes de 18 años o menos entre marzo de 2020 y diciembre de 2021 en Estados Unidos y otros 13 países. Encontraron que los niños y adolescentes que tuvieron el COVID-19 eran más propensos a desarrollar diabetes tipo 1 en los seis meses posteriores al testeo positivo para la infección. El estudio se publicó en la revista JAMA Network Open.
La población del estudio se dividió además en dos grupos: los pacientes de hasta 9 años y los de 10 a 18 años. Tras un cuidadoso emparejamiento estadístico para tener en cuenta la edad, los datos demográficos y los antecedentes familiares de diabetes, había 285.628 en cada grupo para un total de 571.256 pacientes.
Entre los más de 571.000 pacientes pediátricos, los investigadores descubrieron que a los seis meses de la infección por el coronavirus, 123 pacientes (0,043%) habían recibido un nuevo diagnóstico de diabetes tipo 1, en comparación con 72 pacientes (0,025%) que recibieron un nuevo diagnóstico tras una infección respiratoria no relacionada con el coronavirus, lo que representa un aumento del 72% en los nuevos diagnósticos.
Al mes, a los tres y a los seis meses de la infección, el riesgo de diagnóstico de diabetes fue sustancialmente mayor para los infectados por el coronavirus en comparación con los que tenían infecciones respiratorias no relacionadas con el virus. Se obtuvieron resultados similares en los pacientes de los grupos de edad de entre bebés y 9 años y de entre 10 y 18 años.
Las razones por las cuales el COVID-19 aumenta el riesgo de diabetes tipo 1 en las infancias aún no están claras. Aunque las investigadoras que hicieron los estudios tienen algunas hipótesis.
Pamela Davis es autora del estudio publicado en JAMA Network Open y profesora universitaria distinguida y catedrática de investigación Arline H. y Curtis F. Garvin de la Facultad de Medicina Case Western Reserve en EE.UU. “La diabetes de tipo 1 se considera una enfermedad autoinmune. Se produce sobre todo porque las defensas inmunitarias del organismo atacan a las células que producen insulina, con lo que se detiene la producción de ésta y se produce la enfermedad. Se ha sugerido que COVID aumenta las respuestas autoinmunes, y nuestro presente hallazgo refuerza esa sugerencia”.
“Las familias con alto riesgo de diabetes de tipo 1 en sus hijos deben estar especialmente atentas a los síntomas de la diabetes después de la COVID, y los pediatras deben estar atentos a una afluencia de nuevos casos de diabetes de tipo 1, especialmente desde que la variante Ómicron de la COVID se propaga tan rápidamente entre los niños”, recomendó la doctora Davis, y advirtió: “Es posible que veamos un aumento sustancial de esta enfermedad en los próximos meses o años. La diabetes de tipo 1 es un reto de por vida para quienes la padecen, y el aumento de la incidencia representa un número considerable de niños afectados”.
En tanto la doctora Gulseth, que lideró el estudio noruego, afirmó: “La razón exacta del aumento del riesgo de desarrollar diabetes tipo 1 en los jóvenes después de contraer COVID-19 aún no se comprende completamente y se requiere un seguimiento a más largo plazo y una mayor investigación sobre si el riesgo podría ser diferente en los niños que están infectados con las diferentes variantes”.
Gulseth añadió: “Es posible que los retrasos en la búsqueda de atención sanitaria debido a la pandemia puedan explicar algunos de los aumentos en los nuevos casos. Sin embargo, varios estudios han demostrado que el coronavirus SARS-CoV-2 puede atacar las células beta en el páncreas que producen insulina, lo que podría conducir al desarrollo de diabetes tipo 1. También es posible que la inflamación causada por el virus pueda conducir a la exacerbación de la autoinmunidad ya existente”.