Hacia la cura de la diabetes: células invisibles que evitan el rechazo
2 October 2025

Hacia la cura de la diabetes: células invisibles que evitan el rechazo

El camino hacia la cura de la diabetes se vislumbró hace décadas: restaurar las células pancreáticas productoras de insulina que el propio cuerpo destruye por error. En esta enfermedad autoinmune, el sistema de defensa ataca a las células beta responsables de producir la hormona que regula el azúcar en la sangre. Sin insulina, el organismo no puede controlar los niveles de glucosa, y el paciente debe depender de inyecciones externas durante toda su vida. Hasta ahora, los intentos de trasplantes de células beta —ya sea mediante islotes pancreáticos obtenidos de donantes o generados en laboratorio— se han topado con el mismo muro: el sistema inmunológico del receptor, que reconoce esas células como extrañas y, tarde o temprano, las destruye.

Por eso, los esfuerzos de los últimos años se han concentrado en “proteger” a las células trasplantadas. Se han desarrollado dos estrategias principales: el uso de minúsculos dispositivos encapsulantes que las cubren con una membrana semipermeable, o la aplicación de medicamentos inmunosupresores que debilitan las defensas del paciente para evitar el rechazo. En el primero de los casos, el artefacto tiende a fallar con el tiempo y los fármacos que suspenden el sistema inmunitario vuelven a los receptores altamente vulnerables a infecciones, aumentan el riesgo de insuficiencia renal y hasta de cáncer.

Como respuesta, a principios de septiembre se desarrolló la primera prueba en humanos con células pancreáticas de un donante fallecido que fueron modificadas genéticamente para que el sistema inmunológico del receptor no las rechazara. Un artículo publicado en agosto en The New England Journal of Medicine detalla el procedimiento realizado por investigadores de la Universidad de Uppsala de Suecia junto con la empresa estadounidense Sana Biotechnology. Se recurrió a la herramienta de edición genética conocida como Crispr (Repeticiones Palindrómicas Cortas Agrupadas y Regularmente Interespaciadas, traducido al español), que funciona como unas “tijeras moleculares” capaces de cortar y reescribir segmentos de ADN. El objetivo fue dotar a las células de una especie de camuflaje, de modo que las defensas del receptor no las detectaran como invasoras.

Noticia completa en El País.