Los alimentos que protegen contra la enfermedad renal
Más de 700 millones de personas en todo el mundo padecen enfermedad renal crónica (ERC), una patología devastadora cuya incidencia va en aumento
Fuente: La Razón
La enfermedad renal crónica (ERC) afecta a unos 700 millones de personas en todo el mundo. Es considerada como la “epidemia silenciosa”, debido a que sus síntomas son poco reconocibles en los estadios iniciales y cuenta con una alta tasa de infradiagnóstico. Esta patología empeora lentamente durante meses o años y puede provocar una insuficiencia renal que puede ser mortal, por lo que es necesario identificar factores que puedan prevenir su aparición y progresión.
Investigaciones en animales ya han demostrado que los ácidos grasos poliinsaturados omega-3 pueden tener efectos beneficiosos sobre la función renal. Para ahondar en esta hipótesis, un estudio internacional dirigido por investigadores del Instituto George de Salud Mundial y la Universidad de Nueva Gales del Sur (Australia) reunió los resultados de 19 trabajos realizados en 12 países hasta mayo de 2020.
“Debido a que las tasas de ERC están aumentando y actualmente no tiene curación, es más importante que nunca encontrar formas de retrasar la progresión de esta enfermedad devastadora”, señaló el profesor Jason Wu, director de Ciencias de la Nutrición en el Instituto George y profesor de la Facultad de Salud de UNSW.
Los investigadores analizaron la relación entre entre los niveles de biomarcadores de ácidos grasos poliinsaturados n-3 y el desarrollo de ERC en adultos. Los biomarcadores incluyeron el ácido eicosapentaenoico (EPA), el ácido docosahexaenoico (DHA), el ácido docosapentaenoico (DPA) y el ácido alfa linolénico (ALA). Las principales fuentes alimentarias de EPA, DHA y DPA provienen de los mariscos y pescados grasos, mientras que el ALA se encuentra principalmente en las plantas (frutos secos, semillas y verduras de hoja verde).
La investigación involucró a más de 25.000 participantes, con edades comprendidas entre los 49 y los 77 años, y una tasa de filtración glomerular estimada (TFGe) entre 76,1 y 99,8 ml/min/1,73 m2. La TFGe mide la capacidad de los riñones para eliminar los desechos y el exceso de líquido de la sangre. El intervalo normal es de 90-120 ml/min/1,73 m2, y el riesgo de enfermedad renal crónica (ERC) empezaría en menos de 60 ml/min/1,73 m2. En total, 4.944 participantes (19%) desarrollaron ERC durante un periodo medio de seguimiento de 11 años.
Después de tener en cuenta una variedad de factores que podrían afectar la función renal (tabaquismo, consumo de alcohol, actividad física, diabetes o enfermedades cardíacas), determinaron que los niveles más altos de omega 3 de los mariscos están asociados con un menor riesgo de desarrollar enfermedad renal crónica de un 8%. Cuando dividieron a los participantes por niveles de ácidos grasos omega 3, los resultados mostraron que aquellos en el quinto nivel más alto tenían tenían un riesgo 13 % menor de desarrollar una función renal anormal en comparación con los que estaban en el quinto inferior. Los niveles más altos de omega 3 de los mariscos, especialmente de DHA, también se asociaron a un descenso anual más lento de la TFGe. Sin embargo, los investigadores encontraron que los niveles de ácidos grasos poliinsaturados derivados de plantas no mostraron los mismos beneficios.
“Nuestros hallazgos no demuestran una relación causal entre los ácidos grasos omega 3 de los mariscos del marisco y el riesgo de ERC, pero apoyan y son coherentes con las directrices clínicas actuales que recomiendan una ingesta adecuada de marisco como parte de patrones dietéticos saludables, especialmente cuando el marisco sustituye la ingesta de alimentos menos saludables”, afirman los investigadores.