Esperanza Jiménez, enfermera educadora en diabetes: «España es uno de los países de la UE con más amputaciones de pie diabético»
Esperanza Jiménez Enfermera, educadora en diabetes de los Hospitales Universitarios Ruber Juan Bravo y Quirónsalud Madrid, afirma en esta entrevista que "la detección precoz del riesgo de ulceración es la clave para la prevención".
Fuente: La Razón
1. ¿Cómo se llega a desarrollar el pie diabético?
La diabetes Mellitus es una enfermedad crónica que afecta a un elevado número de personas a nivel mundial y que constituye un importante problema de salud. La hiperglucemia que provoca aumenta el riego de la aparición de alteraciones neurológicas y vasculares, así como el riesgo de padecer infecciones. Estos factores favorecen la aparición de lesiones o úlceras en los pies y que estas tengan peor evolución y un mal pronóstico. Estas complicaciones generan un gran sufrimiento a la persona y a sus familiares y provoca un elevado coste económico directo e indirecto.
2. ¿Cuántos pacientes llegan a padecerlo?
En España se calcula que el 14,8% de la población tiene diabetes y todos estos pacientes tienen riesgo de desarrollar complicaciones que pueden derivar en la enfermedad de pie diabético, de ahí la importancia de establecer estrategias de prevención.
3. ¿Cómo se manifiesta?
El pie diabético provoca una disminución de la sensibilidad que coexiste en la mayoría de los casos con alteraciones a nivel vascular y predisposición a las infecciones. Es importante recalcar que las personas con diabetes pueden no manifestar síntomas aun teniendo alteraciones establecidas.
4. Entonces, ¿se trata de algo difícil de diagnosticar?
En muchas ocasiones el desarrollo de la sintomatología es lento pero progresivo por lo que las personas «se acostumbran» y conviven con ellos. Una entrevista proactiva dirigida a buscar signos o síntomas concretos pude ayudarnos a realizar un diagnóstico precoz. En otras ocasiones, la aparición de síntomas como hormigueo, acorchamiento en los dedos de los pies o dolor nocturno, frialdad y palidez de la piel así como dolor invalidante al caminar puede ayudarnos a establecer el diagnóstico.
5. ¿Qué consecuencias puede llegar a tener?
La detección precoz del riesgo de ulceración es la clave para la prevención. La mala evolución de las lesiones puede terminar en las temidas amputaciones. Conviene recordar que España es el país europeo en el que se producen más amputaciones derivadas de las complicaciones de la diabetes, duplicando las cifras de países de nuestro entorno como Francia, Italia o Reino Unido.
6. ¿Qué recomienda a los pacientes con pie diabético?
La educación terapéutica es uno de los pilares fundamentales en el tratamiento de la diabetes y sus complicaciones. Nuestras recomendaciones forman parte de un programa estructurado y personalizado que tiene como objetivo la adopción de rutinas que deben realizar diariamente para el cuidado de los pies como la higiene, inspección, cuidados de las uñas, hidratación de la piel... Además, les ofrecemos asesoramiento personalizado sobre el calzado, las medias o los calcetines más adecuados. También se informa sobre determinados hábitos que deben evitar para minimizar los riesgos de lesión. El fin es reducir el riesgo de ulceración al mínimo fomentando el autocuidado y, cuando este no sea posible, la implicación de familiares o cuidadores.
7. ¿Cómo se puede prevenir?
Se puede y se debe. La revisión del pie de las personas con diabetes debe formar parte de su cuidado integral. Todas las personas con diabetes tipo 2 deben ser evaluadas por un profesional capacitado para estratificar el riesgo que tiene de padecer ulceraciones. También aquellas con diabetes tipo 1 con edad superior a 25 años y más de cinco años de evolución de la enfermedad.
8. ¿Cómo se puede evitar que termine en ulceración?
La determinación del nivel de riesgo de ulceración mediante una exploración neurológica y vascular ha demostrado que reduce el riesgo de que aparezca. Una vez identificado dicho riesgo, siguiendo las directrices de las guías científicas internacionales, se determina la frecuencia de las revisiones.
9. Usted está a cargo de la nueva consulta de prevención de pie diabético que ha puesto en marcha el Complejo Hospitalario Ruber Juan Bravo y Hospital Universitario Quirónsalud. ¿Cuál es el objetivo de esta iniciativa y qué actuaciones llevan a cabo?
El objetivo es la prevención mediante la educación y la implicación del paciente y su familia. La persona debe conocer el riesgo que tiene de padecer lesiones en sus pies, aprender habilidades y técnicas específicas de autocuidado. En primer lugar, analizamos la historia del paciente, lo que nos aporta datos importantes. A continuación, se realiza una inspección minuciosa de los pies, así como del calzado y los calcetines. Observamos el estado de la piel, coloración, temperatura, estado de las uñas, existencia de lesiones, alteraciones anatómicas, etc. Posteriormente, se lleva a cabo una exploración neurológica de las diferentes sensibilidades (táctil, álgica, temperatura, presión) y una exploración vascular. Toda esta información permite estratificar el riesgo de padecer ulceraciones y elaborar un programa de cuidados personalizado y, en su caso, la derivación al profesional correspondiente. En función del riesgo que se haya detectado se programa un calendario, trimestral, semestral o anual. El objetivo es anticiparse a los problemas y trabajar con un equipo multidisciplinar, podólogos, neurólogos o vasculares, según el caso.
10. ¿Cuándo es inevitable recurrir a la cirugía?
La función de la consulta es la prevención para evitar intervenciones que, en el caso de ser necesarias, deberán ser prescritas por el profesional correspondiente.