Más de la cuarta parte de la población española sufre dolor crónico

Fuente: El Mundo

No es fácil vivir con dolor de forma constante: El impacto en la calidad de vida es enorme con consecuencias económicas, sociales y sanitarias. A pesar de los múltiples estudios sobre el tema que hay, sigue habiendo necesidades no cubiertas, según ha indicado Inmaculada Failde, directora del Observatorio del Dolor para la Universidad de Cádiz, entidad que ha presentado hoy, junto con la Fundación Grünenthal, y con el apoyo de BioInnova Consulting, el Barómetro del dolor crónico en España 2022, dentro del marco del Foro del dolor: nuevos retos en el abordaje del dolor crónico en España.

Realizado a través de 7.058 entrevistas a personas de todo el territorio nacional entre 18 y 85 años, el barómetro muestra la elevada presencia del dolor en España: afecta a un 25,9% de la población adulta, lo que supone más de 9 millones de personas. "Sigue teniendo un gran impacto a pesar de todos los recursos que se utilizan", ha incidido Failde, que ha añadido que desde 2016 que la Universidad de Cádiz hizo el primer estudio sobre el tema, "la prevalencia del dolor ha ido aumentando en nuestro país, y las causas pueden ser muchas".

El Barómetro parte de dos criterios, según ha explicado Failde: "Sujetos adultos con dolor continuo (lo han tenido en la última semana y en el último mes) y a partir de ahí seleccionábamos a los que tenían dolor crónico, que es el que se da 3-4 días a la semana durante al menos tres meses". Failde también ha comentado que estadísticamente "no hay diferencias por CCAA en dolor continuo ni en dolor crónico".

Entre los datos que aporta el estudio destaca, por ejemplo, que las mujeres presentan una mayor prevalencia del problema (30,5%) respecto a los hombres (21,3%). En cuanto a la edad, el grupo entre 55 y 75 años es el que tiene la prevalencia más alta (30,6%), mientras que el grupo entre 18 y 34 años es el menos afectado por el dolor crónico (18,8%). La edad media de los pacientes con dolor es 51,5 años.

CAUSAS

Según el estudio, los pacientes con dolor crónico padecen la enfermedad durante 6,8 años, como tiempo estimado, y la intensidad del dolor se sitúa en una media de 6,8 puntos en una escala de 0 (ausencia de dolor) a 10 (dolor insoportable). Así, un 4,4% definió la intensidad del dolor como insoportable, un 4,7% como poco o muy poco, un 33,3% como moderado, y un 57,6% como dolor de mucha intensidad. La causa del dolor mayoritariamente es lumbar (un 58,1% de los encuestados), seguido por contracturas musculares (un 50,6%), el dolor cervical (46,2%), artrosis (33%), osteoporosis (32,9%), migrañas (31,5%), hombros (29,2%), ciática (25,6%), artritis reumatoide (18,1%) y un 27,1% por causa desconocida, "los encuestados no sabían cuál era la causa", ha recalcado Failde, "lo que dificulta el abordaje terapéutico de este problema".

En cuanto a las limitaciones y dificultades que causa el dolor crónico destacan levantarse de la silla o cama (59,9%), sentarse (52,6%), vestirse y desvestirse (44,7%), acostarse (41,9%), ducharse o bañarse (36,9%), ir al baño (31%), alimentarse (24,5%) y otras (31,9%), lo que indica una clara falta de autonomía para desempeñar las actividades diarias más básicas.

A causa de este dolor crónico, un 28,6% de los pacientes ha requerido baja laboral en el último año, siendo esta proporción del 46,5% entre los trabajadores remunerados. El tiempo medio de esa baja es de casi cinco meses (4,6 meses). Esa necesidad de baja laboral ha provocado que un 32,3% de los pacientes abandone su ocupación previa y un 17,3% cambie su puesto de trabajo. Solo la mitad de ellos (50,4%) mantiene su ocupación.

Todos estos datos "ponen de manifiesto la necesidad de abordar la enfermedad desde una perspectiva bio-psicosocial como una prioridad sanitaria con el objetivo de optimizar su gestión y mejorar la calidad de vida de los pacientes", en palabras de Juan Quintana, director de la Fundación Grünenthal.

"El dolor crónico tiene correlación con la depresión y otras enfermedades, por eso es una de las patologías más prevalentes", ha destacado Borja Smith, director general de BioInnova Consulting. Y es que el impacto del dolor sobre la salud mental es considerable: un 22,2% de los pacientes padece depresión y un 27,6%, ansiedad.

UNIDADES DE DOLOR EN ESPAÑA

Actualmente existen 417 unidades de dolor en nuestro país presentes en todas las las comunidades autónomas, con una media de 24,5 unidades por región. Pero de ellas, solo 197 son públicas, parte del Sistema Nacional de Salud (un 47%), mientras que el resto son de gestión privada. "Debería de haber más unidades y facilitarse el acceso a esas unidades. Los pacientes se quejan de que no se deriva y eso es porque están saturadas".

Aunque Failde ha subrayado que no es necesario derivar a todos los pacientes con este problema a una unidad de dolor, en el estudio se muestra que sólo el 25% se han derivado a esas unidades de dolor, una cuarta parte de todos los pacientes, y el tiempo de espera para acceder a ellas es de unos 11 meses de media.

Un 42,1% de los afectados ha acudido al médico en el último mes, siendo atención primaria el principal servicio de referencia: el 86,7% de los pacientes ha ido a su médico de cabecera. Dentro de los servicios especializados (utilizados por un 69,4%), Traumatología es el más demandado, siendo consultado por el 47,7% de los pacientes. Le sigue Fisioterapia (36,7%), Medicina Interna (31,2%) y Rehabilitación (27,6%).