¿Cuál es el vínculo entre el estrés y la diabetes?

La diabetes de tipo 2 es un trastorno metabólico caracterizado, inicialmente, por la resistencia a la insulina y que progresa de forma característica hacia el descenso de secreción de la misma. A pesar de todos los avances científicos en el terreno del diagnóstico y el tratamiento, la prevalencia de la diabetes mellitus ha crecido de forma espectacular en los últimos 60 años. Hay que tener en cuenta que se trata de una enfermedad no transmisible; igual que el cáncer o las enfermedades cardiovasculares, no se contagia. Así, y sin poder negar una cierta predisposición genética en su aparición, lo cierto es que los -malos- estilos de vida, relacionados con la falta de actividad física y mala alimentación, condicionan de forma significativa su diagnóstico.
A pesar de la idea general, extendida incluso entre algunos profesionales sanitarios poco actualizados, hay muy pocos matices que hacer sobre la alimentación recomendada a las personas con diabetes. Así, el perfil dietético que deben seguir es aquel que es el que se asocia con un patrón de alimentación saludable (incluso pecando de ser poco específico). Ante la pregunta de cómo ha de comer una persona con diabetes, la respuesta ha de ser categórica y sin la necesidad de dar más explicaciones: bien. Sin macronutrientes arriba o abajo. Bien.
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