Un andrólogo experto nos explica la relación entre la fibromialgia y la disfunción sexual
El doctor Francisco Gómez León, andrólogo y experto en disfunción eréctil e impotencia, nos da las claves para tratar el problema.
Fuente: Men's Health
La fibromialgia es una enfermedad con un origen incierto y de tratamiento complejo, que suele aparecer en hombres en mucho menor porcentaje que en mujeres, según estudios del Colegio Americano de Reumatología.
Su principal síntoma es el dolor generalizado, que se da especialmente en la cabeza y produce irritabilidad, síntomas depresivos y dificultad para la concentración, que en estos pacientes tiene un nombre específico, la fibroniebla.
Según el doctor Francisco Gómez León, andrólogo y experto en disfunción eréctil e impotencia, la fibromialgia en hombres también suele afectar a su rendimiento en el sexo. “La mayoría de hombres con fibromialgia presentan algún grado de disfunción sexual”, explica. “De hecho, el dolor crónico se relaciona directamente con una respuesta negativa de la función sexual y se crea un círculo vicioso en el que el dolor y la función sexual se retroalimentan mutua y negativamente”.
El doctor señala que, además, hay que añadir que muchos pacientes con depresión provocada por la fibromialgia tienen prescrito un tratamiento de antidepresivos que, junto a otros psicofármacos, también puede contribuir a la inhibición de la respuesta sexual.
“Existen diversos estudios médicos sobre la fibromialgia que se han publicado en The American Journal of Medicine, de los que se desprende que existe un vínculo entre la disfunción eréctil u otra disfunción sexual con la enfermedad”, continúa el doctor. “En ellos se explica que los hombres son muchos menos propensos que las mujeres a identificar síntomas y ser diagnosticados de fibromialgia aunque, a pesar de ello, muchos refieren signos de disfunción eréctil”.
Según el doctor existe un círculo vicioso entre el proceso de dolor y los síntomas de disfunción eréctil que se presentan en el hombre que se van perpetuando. “Además”, insiste el facultativo, “de que cierta medicación que por lo general se prescribe a estos pacientes, como antidepresivos y otros psicofármacos, pueden alterar la función”.
“La calidad de vida de los hombres que presentan diagnóstico de fibromialgia se ve afectada por la trascendencia que tiene dentro de sus relaciones sociales, debido al dolor y a la capacidad limitante que pueda llegar a tener ese dolor generalizado que sufren”, explica Gómez. “Si a ello le añadimos la presentación de disfunción sexual, definitivamente mermará la sensación de bienestar que tenga esa persona, no solo por su problema físico sino también en su esfera sexual”.
Tratamiento de este problema
Según el doctor Gómez, el paciente masculino con fibromialgia y disfunción sexual tiene que ser valorado a nivel integral, realizando un examen tanto médico como psicológico e, incluso, hormonal. La terapia psicológica sexual en estos pacientes es un gran bastión en el tratamiento para lograr una mejora significativa.
Por otro lado, “el impacto psicológico en pacientes masculinos con fibromialgia es muy alto ya que, aparte del dolor generalizado que presenta los síntomas depresivos o ansiosos, también merma su confort en las relaciones sociales, lo que provocará alteraciones o complicará la facilidad y/o acceso a las relaciones sexuales”, explica. “Es un círculo que se va perpetuando en el paciente con fibromialgia, tanto si tiene una pareja estable como si no. El principal consejo que le daría a un paciente con fibromialgia y que presenta una disfunción sexual es acudir a un profesional de la salud sexual masculina (andrólogo) para hacerle una valoración integral de acuerdo con la dimensión psicológica y médica que esté implicada”.
En cualquier caso, concluye el médico, para la disfunción eréctil se realizará un tratamiento individualizado. “Los principales tratamientos que existen hoy en día son las ondas de choque y el plasma rico en plaquetas (PRP) genital”, afirma. “Además, el uso de vasodilatadores orales (como la Viagra) para potenciar las erecciones es una buena práctica en hombres a partir de los 45 a 50 años pero, siempre, bajo prescripción médica y dependiendo del cuadro médico y otros fármacos que puedan tener incluidos en su tratamiento por fibromialgia estos pacientes”.